22 de agosto del 2009
POR LA SEÑAL DE LA SANTA CRUZ, DE NUESTROS ENEMIGOS, LÍBRANOS SEÑOR DIOS NUESTRO. EN EL NOMBRE DEL PADRE, DEL HIJO Y DEL ESPÍRITU SANTO. AMÉN.
Señor mío Jesucristo, Dios y Hombre Verdadero, Creador, Padre y Redentor mío. Por ser tu quien eres, bondad infinita y porque te amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberte ofendido. También me pesa porque puedes castigarme con las penas eternas del infierno. Ayudado con tu Divina Gracia propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuera impuesta. Amén.
Abre, Señor, mis labios.
Y mi lengua pronunciará tu alabanza
Acude, oh Dios, en mi auxilio.
Apresurate Señor a socorrerme.
Adorada y glorificada sea la Santísima Trinidad,
Padre, Hijo y Espíritu Santo, por todos los siglos de los siglos. Amén.
Adorado y glorificado sea el Padre,
El Verbo se hizo carne,
Y habitó entre nosotros.
Padrenuestro...
Adorado y glorificado sea el Hijo,
El Verbo se hizo carne,
Y habitó entre nosotros.
Padrenuestro...
Adorado y glorificado sea el Espíritu Santo,
El Verbo se hizo carne,
Y habitó entre nosotros.
Padrenuestro...
1º Dulcísimo Niño Jesús, os adoro en el misterio de vuestra Encarnación.
El Verbo se hizo carne,
Y habitó entre nosotros.
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo, como era en un principio ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.
2º Dulcísimo Niño Jesús, os adoro en el misterio de la Visitación.
El Verbo se hizo carne,
Y habitó entre nosotros.
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo, como era en un principio ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.
3º Dulcísimo Niño Jesús, os adoro en el misterio de vuestro Nacimiento.
El Verbo se hizo carne,
Y habitó entre nosotros.
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo, como era en un principio ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.
4º Dulcísimo Niño Jesús, os adoro en el misterio de la Adoración de los Pastores.
El Verbo se hizo carne,
Y habitó entre nosotros.
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo, como era en un principio ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.
5º Dulcísimo Niño Jesús, os adoro en el misterio de vuestra Circuncisión.
El Verbo se hizo carne,
Y habitó entre nosotros.
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo, como era en un principio ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.
6º Dulcísimo Niño Jesús, os adoro en el misterio de vuestra Epifanía.
El Verbo se hizo carne,
Y habitó entre nosotros.
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo, como era en un principio ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.
7º Dulcísimo Niño Jesús, os adoro en el misterio de vuestra Presentación en el Templo.
El Verbo se hizo carne,
Y habitó entre nosotros.
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo, como era en un principio ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.
8º Dulcísimo Niño Jesús, os adoro en el misterio de vuestra Huida a Egipto.
El Verbo se hizo carne,
Y habitó entre nosotros.
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo, como era en un principio ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.
9º Dulcísimo Niño Jesús, os adoro en el misterio de vuestra Permanencia en Egipto.
El Verbo se hizo carne,
Y habitó entre nosotros.
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo, como era en un principio ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.
10º Dulcísimo Niño Jesús, os adoro en el misterio de vuestro Regreso a Nazaret.
El Verbo se hizo carne,
Y habitó entre nosotros.
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo, como era en un principio ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.
11º Dulcísimo Niño Jesús, os adoro en el misterio de vuestra Vida oculta en Nazaret.
El Verbo se hizo carne,
Y habitó entre nosotros.
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo, como era en un principio ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.
12º Dulcísimo Niño Jesús, os adoro en el misterio de vuestra Pérdida y Hallazgo en el Templo. El Verbo se hizo carne,
Y habitó entre nosotros.
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo, como era en un principio ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.
ORACIÓN
Vos, oh Dios mío, que os dignasteis constituir a Vuestro Unigénito Hijo Salvador del género humano, y ordenasteis que se llamara Jesús, conceded propicio que, los que veneramos su Santo Nombre en la tierra, gocemos de su presencia en los cielos. Por el mismo Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
(Esta devoción es debida a la Venerable Margarita del Santísimo Sacramento, Carmelita Descalza de Beaune (Francia), devotísima del Niño Jesús, muerta en olor de santidad a la temprana edad de 27 años. El Niño Jesús le prometió otorgar gracias muy especiales de inocencia y de pureza a todas las personas que la rezasen con devoción.)